...Cuando un demonio también se enamora...

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lunes, 31 de mayo de 2010

Fotos y ... perros.

Ammy era de verdad, muy buena en lo que es fotografía.
Le faltaba pulirse un poco, claro. Pero tenía talento.
Después de la presentación que nos había hecho el profesor Jones, nos habían sacado a un parque para fotografiar lo que nos gustara del lugar.
Naturalmente, todos se pusieron a fotografiar los arboles, el sol, la gente.
Menos Ammy, claro.
Allí por donde todos pasaban, Ammy veía y encontraba cosas que desde su cámara adquirían belleza.
Un grupo de hormigas formando una media luna, la expresión de un niñito jugando al sube y baja, el contraste que logro capturar a nivel general entre la ciudad y el parque...
Estaba tan ensimismado pensando en eso y en lo bonita que se veían las curvas de Ammy cuando se agachaba, que de repente me di cuenta de que se iba alejando de mi.
¡NO!
- ¿A donde crees que vas?- le pregunté osco. y verdaderamente molesto - No puedes irte así sin mas.
- Solo iba a fotografiar un poco de ese callejón. - me susurró un tanto asustada. ¡Mierda! Si, si. Ya la estoy cagando. Otra vez - Yo.. Lo siento. Es que se me había olvidado que tengo tutor ahora como el resto y...
No podía verla tan angustiada. Eso me mataba.
- No importa. - me deje ser todo lo bueno que quería con ella, que abrió los ojos desmesuradamente al notar el cambio en mi. - Tan solo... me avisas, si?
Pensé que te perdía, por eso reaacione así
- Cla..claro. - tartamudeo con las mejillas teñidas de rubor. Se veía tan tierna...
Volví a sentir ese mismo cosquilleo en el pecho que había sentido cuando tube que casi rodearla con mis brazos. Me reproché mentalmente y me di la vuelta para estudiar el lugar.
El parque era bonito, sobre todo porque los árboles gigantes y la luz de la tarde de otoño le daban al lugar un aire... romántico.
Agh... Un día de conocer a Ammy y ya estás cambiando
- ¿Damian? - sentí que la voz de Ammy me llamaba después de un rato. Me di vuelta rápidamente y me dirigí hacia el callejón donde estaba. - ¡Damian! - está vez me gritó al ver qu todabía no llegaba por lo que me apresuré.
- ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Te hiciste daño? - Sonaba como un imbécil, lo se. Sobre todo después de haber sido tan pesado con ella hoy en la mañana. Pero mi Ammy va por ensima de todo.
Sin decirme ni una sola palabra se acercó con los ojos brillantes y me tomó de una mano, por lo que casi comienzo a hiperventilar, y me guío hacia un rincón del oscuro callejón.
No podía ser que ella... Ni siquiera Jannet había sido tan... directa.
- Mira. - me dijo mientras me señalaba con la otra mano unos bultos que habían en el piso. - No son hermosos.
-¿A...Ammy? - ¡¿tartamudee?! ¡Mierda! Volví a adquirir rápidamente mi tono frío y pesado. - ¿que diablos se supone que estoy mirando, Calhoun?
Note como en la osuridad del callejón Ammy hacía un gesto de dolor por mi tono antes de agacharse y tomar uno de los bultos.
- Perritos. - me señaló sin más.
¡Genial! Yo pensando en... otras cosas. Y ella quería mostrarme unos cachorros.
Una voz en mi cabeza que jamás había escuchado me llamó hasta pervertido.
Definitivamente... estoy mal.
Me acerqué un poco más para mirar al perrito que Ammy sostenía en brazos.
Se supone que todos los cachorros son bonitos ¿no?
Pues este era la cosa mas fea que había visto en mi vida.
- Eh...
- ¿A que no en la cosa mas linda que hayas visto? - me preguntó Ammy con los ojitos brillantes.
- Por supuesto... - le respondí seguro. Yo definitivamente no estaba mirando al chucho ese. Me estaba perdiendo en esos ojos tricolor de los que me enamore al instante de verlos. Entonces caí en la cuenta de lo que había dicho y de que ella pensaba que hablaba del perro. - que es la cosa mas fea que he visto. - ahora me refería al bicho ese, claro, no a ella.
- Bien. - me dijo Ammy sin inmutarse. - Entonces este se queda contigo.
¡¿Qué?! Yo no puedo tener un ánimal...
- Oye, oye, oye. Espera. - Volví a mi tono frío y despectivo. - Yo no pienso quedarme con ese saco de pulgas. Te dije que ni siquiera me gusta.
- ¿Tan superficial eres? - me preguntó. Su mirada ya no era dulce y tampoco esperó a que le respondiera. Simplemente se agachó y, como pudo, tomo en brazos a los otros dos perritos que estaban avandonados allí y salió del callejón.
Ahora si que estás en problemas, imbécil. me dijo esa nueva voz en mi cabeza que se me estaba haciendo bastante odiosa.
Di unas cuantas zancadas y la alcansé para caminar a su lado.
- No soy superficial. - no me respondió. - es solo que...
- No necesito que te justifiques. Tu acctitud ya habla por ti sin que la ayudes.
- Ammy...
- Dejame, si? - se giró y me miró a los ojos. Se veía molesta. - Si tu fueras feo, o malo, o tuvieras algo de lo que avergonzarte... ¿te gustaría que te trataran así?
Pensé en lo poca cosa que me sentí al verla en la mañana por el hecho de ser demonio y me sentí mal.
Claro que no me gustaría que me trataran así. Menos ella.
- Bueno, yo...
- Todos merecen a alguien que lo quiera por quienes son. La gente que critica solo demuestra que es mucho mas insegura que el resto.
Woow! Eso fue lindo. Pero con lo poco que la conocía, no me esperaba menos de ella. Es buena.
- Me estás tratando de inseguro? - fui pesado, lo sé. Pero lo que me había dicho me había dejado mal. - Y quien te crees tu que eres? - aparte de la razón de mi existencia, claro. pero eso no lo sabes.
- La verdad es que no estoy muy segura de qué soy. - su semblante había vuelto a ser tranquilo. - Pero si no me vas a ayudar entonces dejame tranquila.
Eso me dolió.
- Deberías estar fotografiando. Por algo soy tu tutor en esta clase.
Se acercó a un banco, dejo a los perritos ahí, que al instante se pusieron a llorar, extrañandola a pesar de que nunca habían estado antes con ella, y tomó la cámara.
Dió una vuelta al rededor del banco, capturando la atención de los cachorros y la mía por completo y entonces fotografió a los chuchos que la miraban con amor.
Me imagino que ya que ella no me estaba mirando yo debía de tener la misma cara que ellos.
- Listo. - dijo mientras me entregaba la cámara sin ni siquiera mirarme, por lo que no vio que yo todabía la mirraba con el corazón en los ojos. - Hay están las cinco fotos. Ya cumplí.
- Solo sacaste cuatro.
- En realidad he sacado... seis. - se puso a tomar en brazos otra ves a los chuchos y noté que tenía las mejillas coloradas. - No te diste cuenta.
- Eso parece... - murmuré aparentemente desinteresado aunque mi mente ardía por la curiosidad.
- Ya que terminé, iré a ver si le consigo algo de comer a los perritos. - me dijo mientras se comenzaba a alejar.
- Si quieres... - no me detuve a pensar. - puedes dejar a los pulguientos conmigo un rato. No te dejarán entrar a ningún negocio con ellos en brazos.
- ¿De veras te quedarías con ellos un ratito? - me preguntó con una sonrisa que casí me aturde.
Esto no estaba bien... ¿Que cosa mala había hecho ella para merecer que algo como yo se enamorara así? No es de extrañar, claro, cualquiera se enamoraría de Ammy apenas la viera... Pero no le convenía en nada que yo la hubiese visto.
Yo no la dejaría nunca. Aunque me lo pidiera. No podría.
- Si, bueno... así te deshaces de los perros más rápido. - le repliqué serio mientras me sentaba debajo de un árbol.
Ammy se acercó sonriendo, dejo a los cachorros en el suelo y después se sacó su abrigo.
Y casi me puse a babear hay mismo al verla con su pequeña camiseta verde de tirantes que dejaban a la vista una buena parte de su cuerpesito.
No tiene derecho a ser tan perfecta... Me estaba matando y ni siquiera se da cuenta.
Se agachó, sin percatarse de que yo me la estaba comiendo con los ojos, y acomodó a los chuchos en su abrigo antes de hacerles cariño un rato.
Sentí una envidia insana por los perros.
- Cuidalos. - me dijo dulcemente mientras se ponía de pie. - Confío en ti.
Y sin mas, se marchó rápidamente hacia un negocio que había cerca.
Confío en ti.
¿Sabría ella acaso lo que esas simples palabras habían producido en mi?
No me detube a pensar y, mientras se alejaba, tomé rápidamente la cámara y le saqué un foto.
La luz de la tarde hacía que ella brillara como si tubiera un halo al rededor.
Algo así como el brillo que ponen en las imágenes de los santos.
Ok. Esto no estaba bien.
Primero Dios. Ahora los santos. Las dos palabras en el mismo día. Si mi padre se enterara me mataría.
Y no lo digo como cualquier típico adolescente. Tengo seis mil años. Conosco a mi padre lo suficiente como para saber que el principe de los demonios disfruta torturando y matando. Sobre todo, la pasaría de lujo haciendo eso con el hijo que se desvió del camino.
Comencé a cambiar las fotos para aprovechar de hacer algo mientras la esperaba.
Tenía curiosidad por las dos fotos de las que no me había dado cuenta que ella había tomado.
Pero antes de poder hacer algo, los lloriqueos de los chuchos se comenzaron a hacer mas fuertes.
- ¡Eh! - les dije para llamar su atención. Al instante, tres pares de ojos tristes me estaban mirando. Eran... feos. Sobre todo el que Ammy me había mostrado en el callejón, que me miraba con desconfianza y miedo. - No llorén. - les ordené seguro de mi mismo.
Los dos cachorros no-tan-feos siguieron lloriqueando como si nada, sin embargo, el feo-feo, se paró como pudo y se puso por delante de sus hermanos, defendiendolos y mirándome con desconfianza.
¡¿Que mierda le pasaba al perro?!
Los miré un rato, pero luego me acordé de lo que iba a hacer así que dirigí mi vista a la cámara.
Las tres primeras fotos había visto cuando las había hecho, pero desde la cámara adquirían un toque... tan real y tan... sentimental. No podías ignorar las fotos.
Ni lo que pasaba en ellas.
Pase a la cuarta foto, que no había visto. Ammy la había tomado en el callejón y era mas oscura, pero se notaba claramente que en un basurero estaba tirado un globo-corazón al cual le faltaba aire.
Un corazón "roto" en un basurero. Imagenes como esas generalmente son montadas. Pero Ammy había ido a un callejón y la había visto.
Sonreí al ver el talento de que tiene Ammy, pero la sonrisa se me congelo en el rostro cuando vi la quinta foto, probablemente la razón por la cual ella se había avergonzado un poco antes.
Sentí ansiedad y un estrujonazo en el pecho. No sabía lo que significaba esto, pero, algo significaba.
El de la foto era yo.

2 comentarios:

  1. Wow!! O, mejor dicho, Guau! jajaja
    Esto se pone interesante...

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  2. Wooooow! se esta poniendo bueno! espero el proximo :)

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