...Cuando un demonio también se enamora...

Agreega :)

Create your own banner at mybannermaker.com!
Copy this code to your website to display this banner!

viernes, 26 de noviembre de 2010

Tan Jodidamente Obvio.-

Ha pasado un mes y medio desde ese maldito día en el cual fue el baile del colegio.
Un mes y medio lleno de... silencio.
Ammy no me habla, al menos que sea extrictamente necesario y no pueda evitarlo. Y siempre me trata con frialdad y llama "tutor".
Odio esto. De verdad.
Vi como su rostro demostraba felicidad y concentración a la vez al fotografiar a unos niñitos que estaban jugando en un sube y baja.
Sabía que me merecía su silecio.
Sabía que me merecía que ya no me mirara ni por casualidad.
Pero eso no quitaba el hecho de que dolía.
Suspiré fuertemente mientras la veía reirse con los niñitos después de sacarles las fotos. Se habían puesto a conversar y al instante ya se estaban riendo. Sin embargo su rostro se veía mas pálido que de costumbre.
El estar así me causa un fuerte dolor en el pecho, pero sabía que era lo correcto.
A pesar de lo que todos habían pensado, después de la fiesta con Jannet no había pasado nada y tampoco habíamos quedado de mala forma.
Me saludaba y hablaba conmigo y yo hacía lo mismo. La verdad es que es una chica simpática una vez que la conoces.
Puse mi mejor cara de poker cuando vi que Ammy se acercaba a mi lado. De cerca se notaba cansada.
- ¿Te pasa algo? - no pude evitar preguntarle preocupado.
Diablos, Damian. De seguro cualquiera puede darse cuenta de que estas locamente enamorado de ella. 
Cualquiera. Menos ella. Mi actuación había dado "buenos frutos".
Ammy se limitó a mirarme con el ceño fruncido y siguió caminando.
No me respondió.
Tampoco vio mis facciones cargadas de dolor ante su frialdad.
La perdiste completamente, Damian. 
Ya no había vuelta atras.
Caminé unos pasos por detras de ella. Tenía que mostrarle al profesor lo que había hecho en la clase para que le pusiera la nota y luego los dos quedaramos desocupados y pudiesemos ir cada uno a casa.
- ¡Ammy! Pero que.. ¿Y tienes la desfachates de venir a mostrarme esto? - nunca había escuchado al profesor comportarse de un modo tan brusco con ningun alumno. El hecho de que se comportase así con mi+ Ammy me molestaba a mas no poder. - Esto... ¡Esto es basura! Tu...
- Disculpe, Sr. - dije con la voz aparentemente calmada pero con la furia bullendo en mis ojos. Y me encargué de que el maldito hijo de perra la viera. - Pero fue mi herror.
- Ah... Damian... - Ya. Conmigo no se comportaba así, ¿no?
Noté de reojo que Ammy me miraba entre sorprendida y enojada.
- ¿Me presta la cámara, por favor? - no dejé lugar a discución. Él tenía que ovedecerme.
Toma nota. Compulsión. Otro super poder de demonio.
- Claro.
Una rápida mirada a las fotos me dejo totalmente sorprendido. Las fotos se veían borrosas, fuera de focos, con mala iluminación...
¿Qué le habría pasado a Ammy?
Pero ahora tenía que pensar en una buena escusa. Y pronto.
- Ah. Ammy, se nos olvidó. - le dije con voz tierna mientras suavemente le rodeaba los hombros con mi brazo y la acercaba un poco a mi.
Maldito bastardo, te estás aprovechando de la situación. 
Esa indeseable vocesita ora vez.
Pero si. Definitívamente yo había aprovechado la más mínima oportunidad para poder estar cerca de Ammy y, claro, poder tocarla.
- ¿Si? - me dijo Ammy con la voz cargada de falsa dulsura. Aunque solo yo pude notar que era falsa.
- Verá, profesor. - comencé a explicarle. - Usted sabe que Ammy tiene un corazón enorme. Cuando estabamos fotografiando le prestó la cámara a un chico. Y se le olvidó cambiar la tarjeta de memoria.
- Ah...
- Por supuesto no había razón para tratarla como usted lo hiso recién... ¿No cree? - mi voz ahora sonaba molesta y no me preocupé en disimular mi enfado. - Naturalmente siendo yo el tutor jamás dejaría que Ammy le presentara un trabajo así. Hace un momento su actitud con mi pupila fue bastante brusca. Y no me gusta que la traten así.
- Si, bueno. Yo...
- Su desconfianza también muestra desconfianza en mi.
Ammy me estaba mirando casi con la boca abierta por lo que le di un leve apretón en el hombro para que disimulara.
- Pues... - a pesar de ser un simple humano, el profesor notó que el odio que destilaban de mis ojos en esos momentos haría que cualquiera se pensara las cosas dos veces antes de actuar.
- Aquí está la memoria con las fotos de Ammy. - le dije, mientras me sacaba del bolsillo delantero de la camisa sin mangas que llevaba abierta por ensima de una camiseta negra una pequeña tarjeta de memoria que también le hacía a la cámara. - Se la guardé mientras Ammy insistía en prestarle la cámara a ese muchacho. No quería que por error pudiese borrar su trabajo.
- Claro. - dijo el maestro ya mas calmado mientras se giraba hacia Ammy. - Lo siento, Ammy. Pero es que eres mi mejor alumna... ver esas fotos me desconcertó...
- Descuide, profesor. - le respondió tranquilamente Ammy. - cualquiera pasa por momentos malos y se descarga con otros. Lo bueno es poder reconocerlo y pedir perdón.
Ouch. Eso parecía tener doble intención, deduje porque Ammy me estaba mirando a mi al decir eso.
El profesor la recompensó con una sonrisa y se dispuso a ver las fotos.
Fotos que, por cierto, había sacado yo ese día con mi mini cámara.
- Wow. Ammy, las fotos están fantásticas. Aunque no entiendo cómo te pudiste sacar esta a ti misma.
- Naturalmente esa la saque yo, profesor. - le dije burlesco.
- Claro, claro. - se río. - Se nota cada vez mas que los consejos de Damian te están ayudando.
- S...si. Por supuesto. Creo que me estoy dejando influenciar por él para sacar las fotos.
- Si. En esta clase se nota bastante. Pero eso no es malo.
El profesor le puso la nota a Ammy después de revisar las últimas fotos y después ambos nos pudimos ir a casa.
Y en el transcurso de eso yo tuve que, a regañadientes, soltar a Ammy de mi semi-abrazo.
Disfrutalo, Pierotti, por que es lo único que conseguirás. 
Naturalmente, Ammy no dejó las cosas así como así.
- Hey, hey, grandulón. No creas que dejaré pasar esto. ¡Hey! ¿Podrías dejar de ignorar que existo?
¡Ja! Cómo si pudiera.
- ¿Qué pasa? - le pregunté haciendome el desinteresado.
- ¿Qué pasa? - repitió la pregunta molesta. A pesar de su mal humor se veía verdaderamente pálida y cansada. - ¿Que qué pasa? Pues pasa todo y a la vez no pasa absolutamente nada. - dijo esto último en un murmullo, mas para ella  que por decirme algo a mi. - ¿De qué iba todo ese cuento del "tutor dulce" que salió en mi defensa?
- Pues, no se si dulce, pero sí, te defendí, por decirlo de algún modo.
- Le pasaste tus fotos porque las mías eran una mierda, Damian. Yo lo sabía.
- Él no tenía por qué tratarte así. - le dije como si no le diera importancia.
- Ah. Y entonces llega el super macho a rescatarme.
No supe por qué, pero esa fue la gota que revalsó el vaso.
Sin darse cuenta de cómo, de repente yo estaba con mi rostro a unos pocos centimetros del de Ammy.
- Ningun pedaso de mierda con rabia te trata así en mi precencia, Ammy. Nadie.
Parecía nerviosa y tenía los ojos brillantes.
- Nadie exepto tú, ¿no? - me preguntó bajito.
Me quedé callado por un rato, pensando en qué podía responderle.
- Cómo me caigas en lo personal... - en realidad lo que quería decir era "que te adore de una manera enfermisa y un poco sícopata" - no quita el hecho de que sea tu tutor, y cómo tal...
- Oh, por favor, Damian. Eso es tan jodidamente sínico. Que por ser mi tutor tengas que fingir que te llevas bien conmigo hasta el extremo de tocarme e incluso defenderme.
- Yo...
- ¿Y qué diablos hacía una foto mía en  esa tarjeta? Y es obvio que la sacaste tú. Y hoy, si no el profesor no se habría creido el cuento.
Lo que Ammy no sabe es que yo le saco una foto. Cada clase. Así tengo una pequeña imagen de ella para poder ver cada vez que me siento solo.
- Yo...
- De todos modos no importa. Quizá con lo mucho que te disgusto, porque odiarme sería darme demasiada importancia, claro. - las palabras le habían quedado grabadas. Era definitivo. Ella jamás me perdonaría. - Bueno, quisá quieras hacerme budú.
- Necesitaría algo tuyo. - le dije sin poder evitar sonar divertido, a pesar de todo.
- Eres... Despreciable. - que no se te note cuanto dolor te produce escuchar eso de sus labios, Damian.  - No quiero que vuelvas a hacer eso.
- ¿Qué cosa? -¿Sacarle fotos? ¿Notaría lo demencialmente enamorado que estoy?
- Defenderme. Si... no te agrado, te pediría que por un poco de respeto por mi y por ti por favor no finjas que te agrado ante los demás. Es... tan bajo.
Si supiera que la amo...
- Está bien. Como gustes. No te ayudaré en nada más. - le dije molesto.
La mirada de Ammy parecía triste cuando se posó en mi rostro.
- Desearía que nunca hubieses llegado acá, Damian. - eso me dolió como tuviese ácido hirviendo en vez de sangre corriendo por mis venas. - Las cosas serían más fáciles.
- No siempre lograrás agradarle a todos, niña.
- Yo no quería agradarle a todos, Damian. Solo a la persona a la que le desagrado totalmente pero que ni siquiera es capas de odiarme porque eso sería sentir mucho por mi. - dijo susurrando.
¡Mierdaaa!
- Yo...
- Pero da lo mismo. La actitud de las personas logra matar cualquier interes por querer llevarse bien con alguien.
Esto dolía. De verdad que si. Y mucho.
Lo conseguiste, Damian. No te soporta.
- Ammy...
- Si no te importa, me quiero ir. No me siento muy bien. - dijo antes de darse la vuelta rápido.
Muy rápido.
Al instante vi como el cuerpesito de Ammy quedaba inerte antes de comenzar a caer bruscamente.
Alcansé a agarrarla antes de que tocara el suelo, pero por poco no lo logro. Noté que tenía el cuerpo ardiendo. Ammy estaba enferma. Muy enferma.
- Oh, Ammy.  - su nombre se escapó de mis labios con dolor. - ¿Qué te pasa?
- ¿Damian?
Estaba despierta, gracias a Dios.
Y si ese hijo de puta al que acabo de nombrar no la sana me vengaría dandole donde mas le doliera.
Nada podía pasarle a mi Ammy,
- Dime.
- No me siento bien.
- Estás enferma.
- Hace eso de correr rápido y llevame a mi casa, ¿si?
Podía hacer algo mas rápido. Podía aparecerme en su casa.
Sip. También otro poder de demonio. En realidad los poderes de demonio molan mucho. Pero claro, nunca se ocupan para algo "bueno".
Aunque ahora si.
- Ammy, cierra los ojos.
- ¿Por qué?
- Confía en mi, por favor.
- No debería, Pierotti. Pero lo hago. - me susurró molesta antes de cerrar obedientemente los ojos..
Ella si confía en mi.
Entre la emoción por ese hecho y también por tener tan cerca a Ammy y poder tocarla, oler su perfume, miré a mi alrededor para asegurarme que no había nadie cerca, ni lejos observandonos.
Y entonces, con Ammy en mis brazos, desaparecí.

3 comentarios:

  1. El primer comentario, a webo*
    jajajaja
    la verdad me encantó !!
    el final wooooww!! OMFG!!
    me dejo sin palabras querida
    y como Ammy no se da cuenta de lo
    de Damian todavia con lo de las fotos!
    Por Dioos* jajaja
    I love it ♥

    ResponderEliminar
  2. woooww.!! me encanta.!!!! tu blogs y dark night esta super ya lo termine de leer.!! ahora se que es mucho.!! pero porfa publica rapido.!1 me encanta damian.!!! y porfa donde consigo leer la continuacion de dak night... o todavia no la has publicado???? no se.!1 pero igual me encantan tus personajes..!! amo a damian y gabriel.!!!

    ResponderEliminar
  3. aAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARW :3 qe tieeerno ;3 jakshd nose pq tierno pero es tierno :Z jakhsd si tuviera a Damian asii demas me lo violo 77 no me importa qe me odieee kjahd xd woou :X me encanto el capituloo ! me qemooo $: esta dmc baqaaaaan shoriza $: ajshd xd cuidatteee ! sube luego porfaaavor *-*

    ResponderEliminar

Musicaa (: